martes, 10 de septiembre de 2013

Rotaciones: una técnica de horticultura imprescindible


Rotaciones: una técnica de horticultura imprescindible

Una forma de ahorrarnos un gasto excesivo en abono para mantener la fertilidad del suelo o la utilización de tratamientos para evitar la aparición de plagas, es diseñar en nuestro huerto un sistema de rotaciones de cultivos.


Se trata de una técnica basada en alternar distintos cultivos en una misma zona o parcela a lo largo del tiempo, de forma que han de pasar varios años para plantar un determinado cultivo por segunda vez en la misma parcela.

Criterios de rotación de cultivos


A la hora de decidir qué cultivo sucede al anterior nos podemos guiar por varias reglas, pero como en la vida, cumplir con todas ellas resulta algo complicado. Según la experiencia o la osadía del huertano, de menor a mayor dificultad estos serían los criterios a seguir:

Para iniciados.


    1. No repetir cultivos de la misma especie o misma familia.

El porqué es fácil de entender. Los cultivos de la misma especie o familia van a consumir el mismo tipo de nutrientes y aquellos que se encuentren en la misma profundidad del suelo, ya que sus raíces alcanzarán el mismo rango de suelo al ser de longitudes similares. Además, al repetir un cultivo repetidamente favorecemos la instalación de plagas específicas ya que le ofrecemos un paraíso de alimento y refugio perpetúo.

Ejemplo: en invierno tras ocupar una parcela plantando lechugas, después en primavera no podré plantar de nuevo lechugas o escarolas, que son de la misma familia.

Agrupación de los principales cultivos por familias y ejemplo de rotación para 4 parcelas:
Tabla de rotaciones
  

 Para los que ya han hecho sus pinitos.

    1. No repetir cultivos de la misma especie o misma familia.
    2. Alternar cultivos en función de su exigencia de nutrientes.

Si alternamos plantas exigentes en nutrientes con plantas medianamente exigentes, que a su vez son seguidas por poco exigentes, y se completa la rotación con plantas mejorantes, es posible que siempre haya algún cultivo en marcha en la parcela sin agotar sus nutrientes y tener que hacer una abonado a conciencia, es más con la ayuda de las mejorantes, podremos recuperar parte de su fertilidad con cultivos que son capaces de incorporar nutrientes al suelo y mejorar su estructura.

Agrupación de los principales cultivos según su exigencia en nutrientes
  • Plantas exigentes: patatas, calabazas, calabacines, tomates, pimientos, berenjenas, melones, pepinos, sandías, coles, coliflores o maíz.
  • Plantas medianamente exigentes: acelgas, lechugas, escarolas, zanahorias, remolachas, rabanitos, chirivía.
  • Plantas poco exigentes: ajos, cebollas, rabanitos y guisantes, judías, habas, sojalentejas o altramuces (aunque estas últimas también son mejorantes ya que fijan nitrógeno atmosférico y aumentan la disponibilidad de nitrógeno apto para las plantas.
  • Plantas mejorantes: a parte de las leguminosas existen otros cultivos utilizados como abono verde: trébol,veza, esparceta, facelia, centeno, avena,…
  

Para experimentados

    1. No repetir cultivos de la misma especie o misma familia.
    2. Alternar cultivos en función de su exigencia de nutrientes.
    3. Realizar1 cultivos intercalados.

Se trata de asociar al cultivo principal que está dentro de nuestro plan de rotaciones otros cultivos que pueden ser beneficiosos o que permiten un mejor aprovechamiento del espacio. Por ejemplo: cebollas y ajos pueden plantarse en los bordes laterales de los bancales, ya que requieren pocos nutrientes y riego, o las lechugas al ser de ciclo corto pueden plantarse entre aquellos cultivos que requieren más tiempo y espacio.

Frecuencia de las rotaciones

En regiones frías con inviernos duros, las rotaciones son anuales, ya que en los meses más fríos en el huerto se encuentra parado hasta que con la primavera vuelven temperaturas más agradables.

Pero si somos afortunados y vivimos en una zona cálida es posible tener el huerto siempre con algún cultivo. En este caso, la frecuencia con que se rota o cambia de cultivo viene dada por el ciclo (el tiempo que pasa desde que se siembra hasta que se recoge) de cada cultivo.

Un último consejo

Como controlar qué cultivo va a continuación del que tenemos plantado, o acordarnos de los cambios que hemos hecho a lo largo del tiempo puede ser un poco lioso, el ser ordenados jugará a nuestro favor. Tener unaplanificación hecha de los cultivos plantados en cada época y en cada bancal o parcela a modo de agenda huertana puede ser una gran ayuda.

Sobre el Autor

Celia Gosálbez
Ambientóloga de titulación y educadora ambiental de profesión, con la afición por tener un huerto urbano topé casi sin querer, a pesar de la tradición familiar.
Un día planté unas semillas de tomate por casualidad, y sin saber cómo, tengo la terraza en plena reforma conceptual hacia lo que pretende ser un macetohuerto. Desconozco cómo acabará este proyecto, yo sólo me siento y me quedo boquiabierta con el quehacer de la Naturaleza.

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